Ahora que la mayoría de nosotros está en casa, el consumo de energía, agua y hasta de plástico se ha incrementado, por eso es necesario reiterar que debemos apagar las luces que no estamos utilizando, cerrar siempre el grifo de agua mientras nos lavamos los dientes o nos afeitamos, dado que en un minuto se pueden gastar hasta 4 litros del líquido vital. 

Además de usar bombillos LED, ir al mercado con bolsas reutilizables y comprar productos de limpieza ecológicos para disminuir el impacto ambiental, podemos aprender un poco más sobre la Economía Circular en Colombia, estrategia que lanzó el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en noviembre del 2018, la cual promueve innovación y generación de valor en sistemas de producción y consumo a través de optimizar, compartir, intercambiar, reciclar y regenerar materiales, agua y energía. Es decir, que si adoptamos la Economía Circular en nuestros hogares podríamos lograr una huella ecológica favorable para nuestro planeta. 

La idea es ser conscientes y vivir con la regla de las tres erres impulsada por Greenpeace, reconocida ONG​ ambientalista canadiense, que habla sobre reducir el consumo, reutilizar los productos alargando su vida útil y reciclar materiales (los más comunes son: papel, vidrio, plástico y aluminio) que sirvan para crear un producto nuevo. Dicen los expertos que se pueden aprovechar el 40% de las toneladas de residuos que genera anualmente Colombia, en el 2018 por ejemplo, se generaron aproximadamente 11,6 millones de toneladas de residuos sólidos y se aprovechó solo el 17%. 

Además de reciclar y reutilizar, podemos hacer composta casera con algunos residuos orgánicos que desechamos como café, té, restos de comida como frutas, verduras y cáscaras de huevo. No se pueden usar sobras de carne, ni huesos y hacerla es muy fácil. Solo debes tener un recipiente hondo, tierra y un espacio donde reciba aire, también recuerda buscar un vídeo en Youtube donde te explique el paso a paso de cómo ejecutarlo. 

Sigamos en el camino de ser más conscientes de nuestra relación con el mundo, de conocer prácticas que podamos adoptar en el hogar y continuar con las pequeñas acciones que salven nuestro planeta.